La política es la base de un país, aquello que ondea en la mayoría de las páginas de un periódico y de lo que más hablan los ancianos cuando se reúnen en una panadería. Para entender de donde emerge la palabra ‘política’, se debe ir al latín y encontrar el vocablo ‘polis’ que significa ciudad la cual se reflejaba en la “teoría de la polis” que emulaba el ordenamiento administrativo que debían tener las ciudades. Con el paso del tiempo las personas en sus distintas épocas evolucionaron el concepto a lo que más les conviniera, dependiendo de la situación en donde estuviesen  hasta el punto de ofrecer la política como la solución a todos los problemas de la sociedad.

El concepto actualizado y el más aceptado entre los académicos es adecuar la política a aquella actividad que busca exhaustivamente las formas de como arreglar los asuntos de un estado o conjunto poblacional.

Ahora, toquemos la concepción de ‘política’ que más se conoce en la sociedad venezolana; los venezolanos en su gran mayoría busca la solución a los problemas por la vía electoral, No por nada Venezuela se ubica en el tope de los países con mayor intención de voto en cada comicio que se presenta (por más arreglado que parezca), Esto fue principalmente guiado por un adiestramiento que no solo ha tomado a una generación en concreto, si no a varias, que desde la caída de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez en el año 1958 fueron enseñadas a que cualquier problema, desde la recolección de basura hasta el servicio de telefonía, debería ser orquestado por el gobierno que ellos eligen.

Personalmente colocaría al país sudamericano-caribeño como uno de los más acostumbrados al populismo, no sólo por elegir frecuentemente a gobiernos por el simple hecho de que este o aquel candidato ofrece más dádivas gubernamentales que aquel otro, sino que además de que el pueblo venezolano tiende a solucionar cualquier situación (por más amordazada que parezca)  por la vía electoral.

Esta es una de las aristas principales que ha llevado a Venezuela a ser maniatada por una dictadura que supo cómo aprovecharse de los ciudadanos, engañandolos con las mismas patrañas de gobiernos anteriores pero repotenciado, con un lavado de rostro y de una ideología cautivante a primera vista, pero fracasada a nivel práctico desde la época de la industrialización.  

Ahora,¿Como cambiar esa concepción del subconsciente del venezolano? Primero que todo cabe resaltar que una gran parte de la sociedad venezolana después de tantos años de populismo desea, quiere y anhela la libertad que tanto necesita sin la obligación de que está éste ligada al estado. Luego de eso, el cambio debe provenir desde la educación temprana, educando a los niños en las escuelas a que un gobierno no debería ser evaluado por el número de viviendas que ha construido sí no analizar en qué época el gobierno de turno aumentó la producción de alimentos en las empresas de manera considerable ayudando a que los menos afortunados puedan obtener mayor poder adquisitivo.

Eso es lo que necesita el país. Venezuela no necesita de pastores que busquen la salvación en nombre de Dios, tampoco necesita de hombres que quieran solucionar todo con una varita mágica. Venezuela necesita que los hombres y mujeres aprendan a solucionar los asuntos de ellos mismos de  manera efectiva, con libertad y trabajo.

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